Noveno escrito

Parada

Un momento de pausa
un almuerzo de lejanía
en una jornada trastocada
por el sol abrazador.
Pocas voces del pensador,
mas en cada bocada
el zumbido del viento componía
la conversación sin causa.

Todos en el mismo lugar
descritos y cargados
agotados y quemados
uno insiste, no es muy sutil
pareciese la obsesión
de un delirio febril
pero sin alguna opción.
Uno es el que se queda
día a día con la pena
es una larga tragedia.
¿Ahora es la ocasión?
¿Es mañana o en abril?
Dos años de imaginación
de fantasía juvenil
sesgados y exagerados
exaltados y pisoteados...
Al parecer, sólo quería jugar.

Octavo escrito

Quiero

Quiero ir, quiero
No solo, por supuesto, ¡No!
De ir, iré contigo, es todo un incentivo
un momento volando bajo
y conversamos a destajo
es que a tu lado estoy vivo
jovial, alegre, feliz y pleno
de viajar será contigo, o muero

Muero de vergüenza, de terror
no vayas a leer esto, por favor
el pánico aturdiría mis rodillas
robaría mi cordura y mis zapatillas.
No creas que me imaginé
ideas más de la cuenta,
no creas que me esperancé
pensando escenas de tormenta
no pienses en mí como un loco,
solo eran ideas fuera de tu foco
no eran para ti, eran por ti
no eran de ti...
...Bueno, quizás si. Lo sentí.

Del viaje, lo de siempre,
agonía y disfrute,
parajes increíbles,
escenas espectaculares,
menús culinarios,
experiencias trascendentales.

En recuerdos accidentales
no hay planos rutinarios
solo momentos particulares
de todas las personas posibles
contigo no hay mute:
Te quiero, enero a diciembre.

Séptimo

Apagón

Qué agradable penumbra
qué suave despertar
una jornada en la sombra
por un descuido al conectar

Se agitan las voces
se estremecen las caras
en la nube de oscuridad
sale a pasear la verdad
sale sin amarras
provocando alegrías y dolores

Mientras unos se divierten
otros solo a la queja remiten
Ciegos de profesa amargura
absortos en negra locura
caen y caen
hasta que el miedo puede más
luego se achican, se contraen
disfrutar de la noche jamás

Vuelve pronto todo
la normalidad le llaman algunos
alivio de cualquier modo
ya no se ven las estrellas
ahora pueden empinar el codo
y sin hacer algo, esto lo sellas
olvidaste en algún recodo
lo alegre del apagón oportuno...

... Lo normal arrasa con todo.

Sexto

Búsqueda

Qué singular camino,
qué adecuada compañía,
ir a tu lado aquella noche
bien a mi alma le hacía.
Pero no bastó con eso...

En pretexto de la necesidad,
en excusa del vital elemento
cada boca saciar,
emprendí viaje y me seguiste,
¿O fue al revés? -ya no recuerdo-
y siguiendo en la penumbra
un suave sendero blanco,
abajo en la quebrada paramos.
Y no fue hasta el regreso,
tras un breve ascenso,
en que la noche se esfumó,
el cielo para dos se despejó,
y radiante la pálida espectadora,
sola nos dejó.

¡Pero qué loco y complejo
es el actuar humano!
En aquella dicha, en aquel regalo
del valle y el cielo,
lo único que salió de unos labios
fueron los bocetos más fríos,
aun más fríos,
que el manto suave parecía
en comparación, arder fulguroso.

No hubo más respuesta
que dos pasos simultáneos
y silenciosos,
mas de ellos cautelosos
sin actos misceláneos
cada avance una sensación funesta.

A su lado siguió la figura,
pero él, en ese instante
y con lamento constante,
se hundía abrupto, sin holgura.

No hay vuelta atrás,
ni su piel ni sus labios, jamás.

El quinto

¡Me pateaste!

Me pateaste
si, ¡Tú me pateaste!

Me pillaste por sorpresa
en ese lugar jamás lo hubiese esperado
y no es que sea recatado
estaba completamente incauto.

No creo que haya sido desencanto
Yo soy una persona afable
hasta en el metro me dicen amigable
Já, si es por dar razones
me parece que me tiraron a los leones.
Simplemente estaba en el lugar
y momento equivocado
¡Pero fue en la micro!
me sentí completamente avergonzado
Nadie entendía algo
todos comprendían nada
la locura incluye a tu madre
estando a tu lado, parecía simulacro
yo sólo hice un gesto vago
y evoqué las voces a una llamada
dos manos realizaron cuan proeza
y de la impresión todo pasó
tan veloz como ocurrió
al amargo de la tristeza.

Ya no tomo aquel recorrido
Ese que pasa por Matta
y Rosa mal llamada Santa
Es que estoy todavía dolido
y mi canilla aún recuerda el instante
si, ese cuando con locura me pateaste.

Cuarto escrito

Impotencia

Te veo de espalda,
te veo recostada,
te veo ahí en la mesa,
y me imagino lo que pasa:
en este triste momento
por temor haré nada
y tú seguirás ahí, hermosa,
despampanante y dichosa,
cálida, alegre, apasionada.

Tercer escrito

De aquí y allá

Pasan y pasan las líneas,
los muros, las figuras, las siluetas,
y en un instante nos detenemos,
es un lugar completamente nuevo
ajeno y extraño, claro y vacío.
De aquel andar sentía hastío,
nada es agradable preso ahí,
en ese mar humano, tan frío.

Corre el minutero, cae la gota,
avanzan las sombras, mas siempre
al mismo ritmo; no para aquellos,
con fiereza y crueldad los atropellos
no cesan y marzo parece diciembre,
y es que aquel frenesí no agota...

Como hormigas de su hormiguero,
como murciélagos de sus cuevas,
salen de aquel escondite serios,
a pesar de que aquel caldero
cuerpo a cuerpo compartieron.

Más cerca de ese abrigo,
en contacto con ese vestido,
escuchando el mismo intento
de música con ritmo vendido.

No había estado en contacto,
ni con alguien muy amigo,
tan próximo como ese día,
de frente a la mochila venía.